Jóvenes ateneístas

Ateneo de Madrid, donde el pasado inspira el futuro

Si las paredes del Ateneo pudieran hablar, contarían historias de debates, conferencias e ideas revolucionarias, así como de jóvenes que, con talento y pasión, terminaron dejando una huella en la cultura y en la historia de España. No se trata de nombres cualquiera, sino de figuras que transformaron la literatura, la política y la ciencia. En la actualidad, el Ateneo sigue siendo un espacio para quienes tienen algo que decir, que aportar y que cambiar.

Socios en La Cacharrería

El papel que desempeñan los jóvenes en la cultura es crucial para el enriquecimiento del panorama cultural, gracias a su perspectiva innovadora y su capacidad para aportar dinamismo. La implicación activa en la cultura, no solo garantiza la continuidad y renovación de las expresiones artísticas, sino que también fortalece su desarrollo personal y social. El acceso y la participación en actividades culturales fomentan la creatividad, el pensamiento crítico y la cohesión social entre las nuevas generaciones. Unas características que el Ateneo de Madrid ha integrado desde su creación y que ha forjado durante casi dos siglos la historia de España.

El joven Benito Pérez Galdós

Federico García Lorca ingresó en esta institución con solo 21 años, al igual que Benito Pérez Galdós y Carmen Laforet. Hildegart con apenas 16 años y José Luis Sampedro con 23. Todos ellos encontraron en el Ateneo un refugio para sus inquietudes, un espacio de debate y una comunidad afín. Benito Pérez Galdós describió su relación con el Ateneo con estas palabras: «Es mi Ateneo, mi cuna literaria, el ambiente fecundo donde germinaron y crecieron modestamente las pobres flores que sembró en mi alma la ambición juvenil».

Andrés Palao y Laura Ballestrino

Cada semana el Ateneo está en ebullición con todas sus salas llenas de actividades, conciertos y conferencias. Hace unos meses, la Fundación Più Mosso organizó un concierto de piano en el marco del II Festival «Alicia de Larrocha», en el que los músicos, Andrés Palao y Laura Ballestrino, de apenas 23 años, interpretaron obras de compositores como Chopin, Issac Albéniz y Franz Liszt. Jóvenes escritores han debatido, recientemente, sobre literatura fantástica en el ciclo «Nuevas voces» y mentes inquietas han reflexionado sobre temas candentes como inteligencia artificial y ética cambio climático, el futuro del trabajo, el feminismo o la sostenibilidad, con la posibilidad, seña de identidad de la Casa, de preguntar e intercambiar ideas.

Sala La Pecera

El Ateneo de Madrid ofrece múltiples oportunidades. La Biblioteca, con más de 200.000 volúmenes y majestuosas salas de lectura, es el lugar ideal para quienes buscan un rincón tranquilo para estudiar, investigar o escribir una novela que marque la literatura del siglo XXI, siguiendo el ejemplo de Carmen Laforet, que finalizó su novela «Nada» en la sala Pardo Bazán.

Campaña Jóvenes ateneístas

Para facilitar el acceso a las nuevas generaciones, el Ateneo de Madrid ha lanzado una campaña, especialmente diseñada para personas entre 18 y 35 años, con una cuota de entrada gratuita, y un 50% de descuento durante el primer año. De esta manera, la membresía se sitúa en solo 14 euros mensuales para 2025. Una pequeña inversión para acceder a un espacio que ha sido semillero de Nobel, artistas, miembros del ámbito científico y pensadores.

Ser miembro de la casa ofrece la posibilidad de participar en la organización de coloquios, conferencias, mesas de debate en sus emblemáticas salas e incluso conciertos. Además, ser ateneísta brinda beneficios adicionales, como la posibilidad de obtener descuentos en eventos y conectar con personas que comparten intereses similares. La Cacharrería, un espacio acogedor, cálido y con mucha historia, que entre libros, café y compañía, funciona como centro de tertulias, encuentros o de networking para ateneístas. Un rincón que acoge a quienes buscan intercambiar perspectivas, compartir proyectos y dejarse llevar por el diálogo.

Carmen Martín Gaite

El Ateneo de Madrid trasciende su condición de edificio histórico en la calle del Prado para convertirse en un ecosistema cultural vivo donde los jóvenes con talento de hoy pueden seguir los pasos revolucionarios de Lorca, Emilia Pardo Bazán o Carmen Martín Gaite, pero con su propia historia. Un refugio donde la tradición no es una carga, sino un trampolín hacia el futuro.

Para formar parte de esta comunidad única, se puede visitar el siguiente enlace, hazte socio.